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Opaco y burocrático: la realidad del derecho al olvido en la UE dos años y medio después

Fue una lucha farragosa y dilatada de casi cinco años ante una empresa con un lobby muy importante”, recuerda Mario Costeja. Durante un tiempo, el hombre que venció a Google, fue la cara visible del derecho al olvido.


Dos años y medio después, sin nombres propios, y tras más de 1,7 millones de solicitudes de retirada de contenido en Europa, la ‘batalla’ por establecer los límites del proceso sigue abierta. Además, según expertos consultados, todavía existen fallos en la aplicación del derecho como la ausencia de transparencia por parte de los buscadores o la lentitud del proceso.


Desde que en mayo de 2014 el Tribunal de Justicia Europeo fallase en favor de que los internautas puedan ejercer su derecho de cancelación de datos frente a Google, miles de personas hacen uso de esa posibilidad cada día. A pesar de la repercusión que tuvo el caso de Costeja frente a Google, lo cierto es que el derecho al olvido en Internet no ha estado presente en el pensamiento de muchos ciudadanos. Ha sido un período en el que los artículos relacionados con actos criminales, datos personales y negocios han copado las retiradas de información en medios digitales.

Ante temas tan delicados, varios juristas y activistas en pro de la transparencia han levantado la voz contra los fallos del sistema de solicitud de cancelación de datos frente a los buscadores. Un ejemplo es George Brock, profesor de la City University of London, y autor del libro 'The Right To Be Forgotten: Privacy and the Media in the Digital AgeI'. El académico señala que, en general, "si no nos concienciamos ahora de los riesgos ocultos bajo las leyes de protección de datos o el derecho al olvido, lo lamentaremos en el futuro".


Uno de esos riesgos es la opacidad establecida en el sistema de decisión de los buscadores. Durante el tiempo de esta investigación, dos fuentes anónimas que estuvieron relacionadas en el pasado con Google afirmaron que el proceso de toma de decisión de si un artículo debe ser o no desindexado "está automatizado".

Cuestionado por ello, Al Verney, portavoz de Google en Bruselas, afirmó a este diario que “ningún ordenador, algoritmo o robot toma las decisiones relacionadas con las solicitudes amparadas en el derecho al olvido. Además, puntualizó que ocurre "todo lo contrario", ya que "cada solicitud que recibimos es analizada y resuelta por humanos, basándose en los criterios establecidos por el Tribunal de Justicia Europeo y por las guías establecidas por las Agencias de Protección de Datos”.

Aún así, el proceso ha recibido y recibe muchas críticas. Samuel Parra, abogado y socio de la firma e-privacidad, señala que desconoce si Google ha automatizado o no el proceso, pero sí subraya algunas de los errores de éste. “Por ejemplo, Google utiliza tres o cuatro modelos de respuesta para resolver las solicitudes que recibe", subraya. Además, Parra afirma que "en más de una ocasión, cuando se utiliza el formulario de Google para solicitar la retirada de enlaces, llama la atención que ante dos enlaces con el mismo contenido, se den respuestas diferentes".


Respuesta de Google ante solicitudes de retirada de contenido de su motor de búsqueda

Fuentes de Google afirman, sin ofrecer una cifra concreta, que docenas de personas de su equipo legal, en el que se hablan todos los idiomas de la Unión Europea, analizan “cada una de las solicitudes que reciben”. En relación con el proceso, Brock reconoce que no puede valorar si el proceso que sigue Google “es bueno o malo” ya que la informaciónn "relevante" sobre el mismo está “oculta”.

Respecto a los desafíos del derecho al olvido en Internet, Joaquín Muñoz, abogado de Mario Costeja durante el proceso que les enfrentó a Google, destaca que uno de los interrogantes que todavía sigue abierto es “delimitar en qué momento se considera que una información no es relevante o ha prescrito”. Parra coincide con su homólogo y puntualiza que “no tiene sentido que Google adopte las medidas de borrado de enlaces web sólo en determinadas versiones de su buscador y tenga en cuenta la dirección IP de quién realiza la búsqueda para eliminar, o no, esos resultados”.

¿Qué ha desindexado Google durante este tiempo en medios?

De aquellos barros, estos lodos. En ese proceso que se produce en el fuero interno de compañías como Google, Yahoo o Bing es donde surgen las dudas en torno a la toma de decisión sobre si un artículo debe ser eliminado o no. La praxis que siguen no es pública lo que les convierte en jueces y parte del sistema ante la falta de un organismo imparcial que medie en primera instancia. Uno de los ámbitos donde la aplicación del derecho al olvido levanta opiniones dispares es la prensa digital.

Tras el análisis de una muestra de artículos desindexados en diferentes medios de Europa y recopilados durante esta investigación [ver metodología], se observan ciertas diferencias entre países. Por un lado, de acuerdo a los datos publicados por la cadena pública británica BBC y el diario The Telegraph, la mayoría de solicitudes analizadas que han sido aceptadas en Reino Unido, y por ende eliminadas de los registros de Google, tienen que ver con artículos relacionados con el crimen, asaltos sexuales o asuntos personales.

FUENTE: El Confidencial

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